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Sobre la Problemática del Regimen de Jubilaciones y Pensiones a: Comisiones.de.enlace@gmail.com

Invitación a las Organizaciones Sindicales, Sociales y Civiles

AL FORO “EL DERECHO A LA JUBILACIÓN DE LOS TRABAJADORES MEXICANOS” LOS DÍAS 28 Y 29 DE MARZO Información: Psic. Enrique Hernández López enrike_5218@hotmail.com

viernes, 9 de marzo de 2007

El Suntuap y Enrique Agüera acordaron mejorar el estímulo a la permanencia para trabajadores de la UAP

Nota publicada en la Jornada de Oriente


viernes 9 de marzo de 2007
Puebla > Educación

Martha Garrido Ortega

Enrique Agüera, rector de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), se reunió el día de ayer con los dirigentes del Sindicato “nico de Trabajadores (Suntuap) para dialogar sobre las inconformidades que tienen por la reforma al sistema de pensiones y jubilaciones que se aprobó el pasado 15 de febrero; uno de los acuerdos fue otorgar mayores beneficios y estímulos al personal que decida quedarse en la institución a pesar de estar en posibilidades de jubilarse.

Al termino de dicha reunión, Agüera Ibáñez dijo, en entrevista, que la reunión fue cordial, en un ambiente de respeto y de diálogo, en donde se acordó avanzar en algunos temas que “preocupan” a los sindicalizados.

Aseguró que esa discusión se centró en la mejora de estímulos a la permanencia para los trabajadores que estén en posibilidades de jubilarse y decidan permanecer en la institución.

“Vendrán más anuncios y más apoyos a los trabajadores universitarios que continoen en la institución; mantendremos el dialogo; la abogada general y el secretario general se harán cargo de mantener el diálogo con los compañeros. El clima fue extraordinario, fue una reunión entre universitarios que como he dicho, mientras sean las propuestas e ideas las que busquen construir acuerdos y consensos, es bienvenido”, dijo.

Continuó diciendo que algunas de las mejoras al estímulo a la permanencia es ofrecer a los trabajadores, dependiendo de sus actividades y trayectoria, oportunidades para poder “ascender de rango”, además de que obtengan más recursos económicos.

Por su parte, Ernesto Pino, secretario general del Suntuap, coincidió con el rector al decir que la reunión transcurrió en un marco de respeto; agregó que la asignación de la abogada y el secretario general para que los atienda en sus demandas les genera confianza.

A la demanda para mejorar estímulos a la permanencia se agregaron peticiones para transparentar la nómina de trabajadores jubilados y activos, el cese al hostigamiento a trabajadores del Hospital Universitario y que se agilicen los trámites para que los trabadores que decidan abandonar las filas del Sitbuap y de la Aspabuap para unirse al Suntuap puedan hacerlo sin tantos problemas, como ocurre actualmente; sin embargo, no fijaron una fecha para que dicha información sea entregada.

www.lajornadadeoriente.com.mx/2007/03/09/puebla/edu204.php
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Estímulos adicionales a trabajadores con más de 25 años en la buap

Nota publicada en E-Consulta: periódico digital


08/03/2007 19:13 hrs

Por primera vez, los trabajadores que tienen más de 25 años laborando en la Universidad recibirán un estímulo, con los recursos que ayer se autorizaron y que van a asegurar que se puede avanzar en una propuesta sólida, que permita mejorar el Sistema de Jubilaciones y Pensiones, anunció Enrique Agüera Ibáñez, Rector de la BUAP.


Dijo lo anterior, tras sostener una reunión con integrantes del SUNTUAP con el propósito de enriquecer propuestas y mantener un diálogo abierto con todos los universitarios


Leer nota completa en:

www.e-consulta.com/hoy_d.php?idnota=17644

Suntuap pide al rector la nómina de los jubilados y pensionados

Nota publicada en Síntesis Digital

No cerrará ninguna puerta aunque existan grupos que no estén de acuerdo con la mayoría, dice Agüera

Suntuap pide al rector la nómina de los jubilados y pensionados



Elizabeth Cervantes / Síntesis

Finalmente y luego de varios intentos, el Sindicato Unitario de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla (Suntuap) se reunió ayer por la mañana con el rector de la máxima casa de estudios, Enrique Agüera Ibáñez, para tratar el tema de jubilaciones y pensiones.
Ayer, alrededor de las 10 horas, el líder del Suntuap, Ernesto Pino Mota, ingresó a la oficina del administrador central. El objetivo fue exigir la nómina de jubilados y pensionados.

También solicitó, dijo en entrevista, no apresurarse a imponer reglas sin antes consultarlas con los trabajadores, por lo que pidió a Agüera Ibáñez más apertura y disponibilidad para escuchar a cada uno de los trabajadores de la BUAP.
En su turno, Agüera Ibáñez subrayó una vez más que no cerrará ninguna puerta aunque existan grupos que no estén de acuerdo con la mayoría.
Destacó que la reunión fue respetuosa de ambas partes y negó imposición u hostigamiento hacia el Suntuap.

Esta noticia fue publicada el 2007-03-08 22:39:51

www.sintesisdigital.com.mx/pregiontodas.php?id=40885

jueves, 8 de marzo de 2007

Los demonios en la BUAP

8 de Marzo de 2007

Contracorriente

Carlos Figueroa Ibarra[1]
Los demonios del pasado en la BUAP.



Así se llama un artículo que está circulando por la red y que ha sido escrito por un tal Héctor Vicente Hernández (¿existirá realmente o solamente es un seudónimo?) y cuyas baterías se enfocan hacia el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” (ICSIH-AVP) y particularmente contra Julio Glockner y Francisco Vélez Pliego. El motivo del libelo, que es lo que en realidad es el artículo, es la oposición del ICSYH-AVP a la reforma a las jubilaciones que las autoridades universitarias acordaron con los dos sindicatos blancos que existen en la BUAP. Tal reforma, que eleva de 25 a 35 años el tiempo de trabajo requerido a un trabajador universitario para retirarse, es uno de los pasos que desde hace varios años vienen dando las autoridades de la BUAP para implantar el modelo neoliberal en la máxima casa de estudios de la entidad.

El ataque contra Francisco Vélez Pliego es explicable. Finalmente ha sido una de las principales figuras de la exigua oposición en la BUAP, trinchera desde la cual ha sido un crítico incansable. Julio Glockner ha abanderado diversas causas dentro y fuera de la universidad. Como Consejero Universitario ha sido uno de los pocos que ha mantenido una posición independiente y ajena a obsecuencias en el Consejo Universitario. El autor del libelo le endilga el que no tenga doctorado, reproduciendo el fetichismo de los grados que hoy existe en los medios académicos. Ya hay un refrán que circula en los medios académicos que denosta tal fetichismo: “Lo Doctor no te quita lo pendejo” ¿Sabe acaso el supuesto señor Hernández que don Sergio Bagú uno de los grandes historiadores latinoamericanos nunca tuvo título universitario? ¿Sabe que en igual situación estuvo Severo Martínez Peláez el más grande historiador de Centroamérica? Los títulos son necesarios, pero más necesarios son los méritos académicos, los cuales Julio tiene de sobra. Conozco a Julio desde hace 27 años y lo he visto hacer investigación, desde su tesis sobre avilacamachismo hasta sus trabajos sobre la visión del mundo que ha generado el Popocatepetl. Como antropólogo ha
logrado mucho más que muchos doctores en antropología.

Pero el artículo del supuesto o real señor Hernández tiene una ventaja: sintetiza la ideología que ha acompañado la implantación del neoliberalismo en la BUAP. Esta se sintetiza en el siguiente planteamiento: hoy la universidad ha abandonado su pasado revoltoso que tanto la desprestigiaba, que originaba que sus egresados no fueran contratados, hoy la universidad se ha convertido en una institución de enorme prestigio nacional e internacional, hoy solamente los demonios del pasado (los izquierdistas revoltosos de siempre) quieren volver a la universidad al lugar donde nunca debió de estar.

Los argumentos que acabo de sintetizar y que se encuentran en el artículo que hoy comento, son el planteamiento conspicuo de la ideologización. Se demoniza al pasado y se glorifica al presente que ha superado a dicho pasado. Es lo mismo que hizo el PRI con el porfiriato y con ello no defiendo al porfiriato. Simplemente señalo que cuando se quiere justificar al presente, el recurso habitual es satanizar al pasado para que pensamos que nuestro presente es el mejor de los mundos. Esta visión reaccionaria de la historia reciente de la BUAP coloca como simples revoltosos a figuras como Julio Glockner padre, Luis Rivera Terrazas, Sergio Flores
Suárez, Joel Arriaga, Enrique Cabrera y Alfonso Vélez Pliego, para solamente mencionar a algunos de los que ya no están con nosotros.

En los últimos 15 años nuestra máxima casa de estudios ha tenido logros importantes y sería una tontería negarlos. Se han diversificado los institutos de investigación, el nivel de preparación y grados de los académicos se ha incrementado, la estabilidad política interna ha redundado en avance académico, los académicos hemos alcanzado exitosamente las metas que el Estado nos ha impuesto, los investigadores de la BUAP han obtenido logros nada desdeñables. Pero la BUAP tiene también grandes deficiencias que hay que remontar, deficiencias que sería largo enumerar.

Además lo que hoy es la BUAP no es exclusivo logro del período en que “ se ha portado bien” como dicen los apologistas neoliberales dentro de la universidad. Nada de esto hubiese sido posible sin la reforma universitaria que desterró el oscurantismo, que abrió las puertas de la universidad a el mundo contemporáneo y a académicos venidos de otras partes. Todo ello y más lo hicieron los universitarios de la década de los sesentas y los setentas, los mismos que hoy son recordados como los demonios del pasado.




[1] Sociólogo. Profesor Investigador del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP. 8 de marzo de 2007

Jubilados universitarios se manifestaron en el zócalo; exigen transparencia en uso de recursos

Nota publicada en La Jornada de Oriente


jueves 8 de marzo de 2007
Puebla > Educación

Martha Garrido Ortega

Integrantes de la Asociación de Jubilados Universitarios de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) se manifestaron en el zócalo de la ciudad, para exigir que las autoridades, les paguen su pensión y transparenten el uso de recursos; además, denunciaron que la situación económica de la institución se debe al despilfarro de funcionarios.
Alrededor de 40 ex trabajadores de la UAP se formaron frente a la presidencia municipal de Puebla con pancartas en las que se leían consignas como: “la educación la paga el pueblo, pero no para el enriquecimiento de los funcionarios universitarios”, “Agüera es rector o especulador de la educación”, “Doger, entrega lo que te robaste de la UAP”, “Agüera, por qué ocultas información de las nóminas”, “la UAP es víctima de la corrupción, basta de saqueos a la UAP”, y “Doger y Agüera a la misma coladera”.
Juvencio Monrroy Ponce, presidente de la asociación de jubilados y ex rector de la UAP de 1989 a 1990, recordó que desde la quincena pasada se les está descontando el 7 por ciento de su pensión para destinarlo a medicamentos, dijo que esta medida sería correcta, si lo recabado no se desviara para subsanar desfalcos de la universidad, sobre todo en las farmacias universitarias.
Por lo anterior, exigen que el rector Enrique Agüera entregue información clara sobre el uso de los recursos de la UAP, sobre todo en el rubro de pensiones y jubilaciones. Recordó que ya enviaron cartas solicitando estos datos sin que hasta el momento hayan recibido una respuesta satisfactoria.
Por su parte, Ana María Gómez, ex directora de las farmacias universitarias, aseguró que los desfalcos en está área de la universidad se agudizaron cuando inició la campaña para presidente municipal Enrique Doger Guerrero debido al uso de recursos universitarios para financiarla.
Afirmó que este negocio era muy redituable: “Tan sólo en tres años, la facultad de Ciencias Químicas recibió 8 millones de pesos de ayuda, sólo de recursos de las farmacias; en promedio, al mes se recababan 70 millones de pesos al mes por los 2 mil 500 usuarios que se atendían diariamente”.
Por último, los inconformes dijeron que si en la UAP no hayan respuesta a sus reclamos, acudirán al Congreso para pedir se transparente el uso de los recursos.

Acerca de la BUAP

Nota publicada en La Jornada de Oriente



jueves 8 de marzo de 2007
TENDAJÓN MIXTO

Jaime Ornelas Delgado


Surge un cuerpo parapoliciaco en CU.



1. Con motivo de la situación que vive actualmente la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, en la que las autoridades han pretendido culpar a los jubilados de la supuesta “crisis financiera” de la institución, algún funcionario aseguró que la universidad está cerca de la “quiebra técnica”; sin embargo, si de verdad existe ese problema con el que se quiere justificar los descuentos a los salarios y las pensiones, resulta difícil explicar las razones por las cuales se formó un cuerpo policiaco integrado por 24 agentes dotados con seis patrullas y seis cuatrimotores con los que se hacen rondines en Ciudad Universitaria. ¿Será que la delincuencia en la universidad alcanzó niveles de tal magnitud que se requiere ese despliegue enorme de fuerza parapoliciaca? ¿O será ésta una fuerza disuasiva? Y entonces lo que tendríamos que preguntar ¿disuadir a quién o a quiénes y de qué? ¿Se puede justificar esta especie de régimen carcelario en una institución de educación superior?

Además, los universitarios tendrían que estar enterados, primero de la magnitud del problema que se pretende resolver y después del montó mensual y anual que implica conservar ese cuerpo represivo, porque no basta con que el gobierno del estado, como se dijo, obsequie tres patrullas, el problema es el costo de mantener este cuerpo, pues los recursos destinados a su sostenimiento finalmente salen del presupuesto universitario, cuya prioridad debería ser la docencia, la investigación y la extensión, que son, no hay que olvidarlo, las funciones sustantivas de la universidad.
Leer nota completa en:

miércoles, 7 de marzo de 2007

ESTA NOTA DICE ALGO MUY IMPORTANTE

Nota Publicada en Síntesis Digital

Región Miércoles 07 de Marzo de 2007

Irene Díaz Sánchez / Síntesis

Agüera argumentó que se requiere una reforma al sistema general en la materia

Solución al problema de jubilaciones recae en el Estado, afirma rector

Agüera Ibáñez anunció que hoy volverá a visitar las unidades académicas para replantear las cosas sobre el tema de las pensiones y convencerlos

La solución al problema de jubilaciones y pensiones en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) recae en el Estado mexicano y no en la institución, sentenció el rector Enrique Agüera Ibáñez, argumentó que se requiere de una reforma al sistema general en la materia y que se destinen mayores recursos para hacerle frente al pago, ya que en tres años los efectos serían reducción de personal y salarios.
En entrevista exclusiva para Síntesis, el rector de la BUAP recalcó que la reforma al sistema de jubilaciones y pensiones ya no puede esperar más, pues desde hace dos décadas ningún gobernante tuvo la visión de hacer una bolsa general en donde se destinará “equis” cantidad de dinero para la manutención de las personas que ya terminaron con su ciclo productivo en la sociedad.


leer nota completa en:
www.sintesisdigital.com.mx/pregiontodas.php?id=40831

Lucha en la UAP sobre jubilaciones y pensiones

Nota publicada en: Militante: voz marxista de los trabajadores y la juventud

Frente a la modificación del Régimen de Jubilaciones y Pensiones, trabajadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Puebla en lucha

El jueves 15 de febrero se firmó el contrato colectivo de trabajo entre las autoridades de la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), el SITBUAP y el ASPABUAP con la modificación al Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJyP) donde el periodo para que los trabajadores se jubilen se extiende de 25 a 35 años.

Sobre la modificación al RJyP

En contra de la voluntad de los trabajadores académicos y no académicos de la UAP los líderes sindicales charros firmaron con las autoridades universitarias el contrato colectivo de trabajo donde se establece el 3.8 por ciento de aumento directo al salario, más el 1.4 por ciento en prestaciones y la modificación del sistema de pensiones y jubilaciones que consiste en aumentar de 25 a 35 años el número de años para jubilarse.

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www.militante.org/index.php?option=com_content&task=

view&id=1076&Itemid=10


Estimulo- respuesta



Nota publicada en la Jornada de Oriente

7 de marzo de 2007
Sección: Economía a Retazos


Miguel Ángel Burgos Gómez

Antes, al dedicarse a la vida académica en la BUAP, uno profundizaba con mucho gusto en los temas del programa, escribía apuntes, usaba filminas y recopilaba antologías con materiales actualizados para hacer bien el trabajo en el aula. Durante ese tiempo el sueldo era pasadero y se vivía sin sobresaltos. Desde que se inventó que el docente tiene que investigar, como dice su nombramiento, todos se ven obligados a realizar tareas que contribuyen a que la Institución logre la excelencia académica. Para eso, en primer lugar, los sueldos se echaron a pique. Luego se creo un sistema de estímulos al desempeño que se mide en salarios mínimos, de 1 hasta 15: ¡viva la competencia! Quien quiera el nivel máximo de ‘becas’ necesita, entre otras cosas, escribir más artículos que un periodista, cada uno arbitrado por 10 eminencias internacionales, dar clases a 200, asistir a congresos en 3 continentes, asesorar tesis cum laudem, escribir libros, recibir el Doctorado Honoris Causa de una universidad extranjera, rescatar de las drogas a tres jóvenes estudiantes, colaborar en la comisión de prevención de desastres, y hacer aportaciones científicas a la humanidad que serían la envidia de Alexander Fleming o de Vicente Fox. Y lo más importante: conseguir las constancias que acrediten lo anterior y llenar 87 formatos. Todo en un año de trabajo. Algunos lo consiguen y siempre me pregunto como le hacen. Es asombroso que en un año puedan lograr lo que a Stephen Hawkins o a Marie Curie les llevó 10, 20 o más. Ese sistema es muy eficiente, pues el monto de 10 mil pesitos extras puede desaparecer del cajero como por encanto, si la hazaña no se repite año con año. Nada es acumulativo (salvo la edad), todo hay que volverlo a hacer, una y otra vez, y si no, el nivel de vida cae súbitamente a la mitad. Con ese ‘estímulo’, la producción no sólo se sostiene sino que se multiplica. Desgraciadamente, para la excelencia académica, como dije antes, muy pocos logran ese nivel. Pero, aún si tan solo esos pocos mantienen el ritmo de producción, superaremos pronto la fama de Harvard, Oxford, el MIT etcétera. Los mas, que no pueden promoverse un honoris causa o no tienen cuates en el extranjero, en la VIEP o en el DF, sólo llegan a uno, dos o tres salarios mínimos extra. Otros, ni eso. Pero esta situación cambiará drásticamente. Pues quienes se quedan atrás no es por flojos o desobligados, salvo excepciones, como en todo. Lo que pasa es que ellos no avanzan tan rápido. La timidez, la inseguridad o la falta de orientación los ha detenido. Hay que darles tiempo. Por eso se tomo la determinación de alargar la permanencia en el trabajo antes de jubilarse. ¿Que tal si alguien se nos va después de 25 años de llenar formatos y estaba a punto de hacer sus contribuciones fundamentales a la ciencia o lo haría en algún momento de los 10 o 15 años siguientes? Perder esas joyas es un lujo que no puede darse la humanidad doliente. Por ejemplo: los investigadores médicos podrían –en ese tiempo ganado a la molicie- producir la vacuna contra el SIDA; los economistas explicarnos por qué en Estados Unidos pagan 15 veces más que en México por el mismo trabajo; los físicos resolver cómo sustituir al petróleo por energía solar; los historiadores documentar los mecanismos del fraude electoral de 1910; los pedagogos descubrir por qué los alumnos se duermen en clase; los sociólogos formular por qué la gente compra tanto billete de lotería; los psicólogos encontrar un método para olvidar agravios recientes y ser felices o los abogados encontrar la forma de patentar el modelito que he descrito, antes de que nos lo plagie la Universidad de Berkeley que anda de capa caída.

CLAUSULAS QUE HABLAN DE LA JUBILACION EN LOS CONTRATOS COLECTIVOS DE TRABAJO DEL SUNTUAP, ASPABUAP Y SITBUAP

CLAUSULAS QUE SE REFIEREN A LA JUBILACION EN DEL CONTRATO COLETIVO DE TABAJO FIRMADO EN 1981 Y RATIFICADO EN 1992 ENTRE LA BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA Y EL SUNTUAP.


CLAUSULA 100

A los trabajadores les será concedida una pensión por jubilación en los siguientes casos:
I. Por antigüedad cuando tengan veinticinco años de servicios prestados a la institución, con el salario que el trabajador disfrute en la fecha en la que le sea concedida la jubilación.
II. Por edad: cuando haya cumplido cincuenta y cinco años y más de diez años de servicios; en este caso el monto de la pensión se fijará de acuerdo a la tabla que convendrán la Universidad y el Sindicato.
III. Por antigüedad; cuando un trabajador cumpla 20 años de servicios ininterrumpidos en áreas insalubres o de alto riesgo en la UAP. Los lugares de labor mencionados serán calificado como tales por la Comisión Bipartita de Higiene y Seguridad. El trabajador que sea sujeto a esta prestación se le jubilará con el salario que perciba en el momento que se le otorgue.



CLAUSULA 101

La universidad cubrirá al trabajador que se jubile, independientemente de cualquier otra prestación a la que tenga derecho, una gratificación conforme a la siguiente tabla: con base en el salario percibido en el momento en que le sea concedida la jubilación

1) Al que tenga de diez a menos de quince años de servicios, el importe de un mes y medio de salario.
2) Al que tenga de quince a menos de veinte años de servicios, el importe de tres meses de salario.
3) Al que tenga de veinte a menos de veinticinco años de servicios, el importe de cinco y medio meses de salario.
4) Al que tenga de veinticinco a menos de treinta años de servicios, el importe de siete y medio meses de salario.
5) Al que tenga de treinta a menos de treinta y cinco años de servicios, el importe de nueve y medio meses de salario.
6) Al que tenga más treinta y cinco años de servicios, el importe de once y medio meses de salario.

CLAUSULA 102

La Universidad donará una Casa para que en ella se instale “La Casa delos Jubilados o Pensionados Universitarios”

CLAUSULA 103

El pago de la pensión de los trabajadores jubilados, y las pensiones otorgadas a los dependientes económicos de los trabajadores jubilados fallecidos, se hará puntualmente cada quincena en el día y lugar que acuerden las partes. Este pago se hará en efectivo, or medio de un pagador de la nómina nombrado por la institución.

CLAUSULA 104

La antigüedad de los trabajadores se contará a partir del momento de su primer ingreso a la Universidad como trabajador, pero no se tomarán en cuenta los periodos en que hayan dejado de prestar sus servicios al a institución sin goce de salario, excepto los períodos de vacaciones, permisos con goce de salario, incapacidades médicas y en los casos de superación, capacitación o adiestramiento, además de los existentes en el convenio de antigüedad vigente suscrito por las partes.

Será considerado como año de antigüedad toda fracción que exceda de seis meses de servicio.

CLAUSULA 105

Los trabajadores jubilados gozarán de los incrementos salariales que se otorguen a la plaza en que fueron jubilados. Asimismo de las siguientes prestaciones: prima vacacional, aguinaldo, servicios médicos, tienda universitaria, seguro de vida, pago de marcha, librería y canasta básica.




CLAUSULAS QUE SE REFIEREN A LA JUBILACION EN EL CONTRATO COLETIVO DE TABAJO 2007-2009 FIRMADO ENTRE LA BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA Y LA ASPABUAP.


CLAUSULA 71

A los trabajadores académicos les será concedida una pensión en los siguientes casos:

I. Por antigüedad: cuando tengan 35 años de servicios efectivos prestados a la institución y hayan ingresado a partir del 16 de febrero de 2007, en este caso el monto de la pensión será la correspondiente al 100% del salario promedio de los últimos 5 años de servicio activo.

II. Por antigüedad: cuando haya cumplido 25 años o mas de servicios efectivos prestados a la institución, antes del 16 de febrero de 2007, en este caso el monto de la pensión será igual al salario que el trabajador académico perciba en la fecha que le sea concedida la jubilación.

Los trabajadores con derecho a la jubilación en este rubro y que permanezcan laborando para la institución pasarán a formar parte del programa de retención percibiendo un 6.2% más de su salario tabular como bono de permanencia, mismo que se hará efectivo hasta el momento que haga uso de su derecho a jubilarse.

III. Por antigüedad: los trabajadores que hayan ingresado antes del 16 de febrero de 2007 se jubilarán con una pensión correspondiente al 100% del salario promedio de los últimos 5 años de servicio activo, sujetándose a la siguiente tabla:
IV. Por edad: cuando haya cumplido 65 años y más de 15 años de servicio; en este caso el monto de la pensión se fijará de acuerdo a la tabla siguiente:
V. Por antigüedad: cuando el trabajador académico cumpla 20 años de servicios ininterrumpidos en áreas insalubres o de alto riesgo en la BUAP. Los lugares de trabajo mencionados serán calificados como tales por la Comisión Bipartita de Higiene, Seguridad y Medio Ambiente de Trabajo. En este caso el monto de la pensión será igual al salario que el trabajador académico perciba en la fecha que le sea dictaminada la jubilación.


CLAUSULA 72
La Universidad pagará al Trabajador Académico jubilado o pensionado la PRIMA DE ANTIGÜEDAD de doce días por año de servicio de acuerdo al salario que perciba en la fecha en que se le conceda la jubilación.

CLAUSULA 73

La antigüedad de los trabajadores académicos contratados por la Universidad se contará a partir de su primer ingreso, incluyendo los periodos de vacaciones, permisos con goce de salario, incapacidades médicas y los casos de superación académica. No se tomarán en cuanta los periodos en que se haya dejado de prestar sus servicios a la Institución, sin goce de salario.

CLAUSULA 74

Sin excepción alguna, los trabajadores académicos en activo que hubieren ingresado a laborar al servicio de la Institución antes del año 2003, cualquiera que sea su antigüedad, categoría, nivel tipo de contratación y adscripción, deberá aportar una cuota de seguridad social, equivalente al siete por ciento de su salario base, porcentaje que se incrementará en un punto porcentual a partir de la segunda quincena de febrero de 2008, para llegar al 8%, la cual le será descontada quincenalmente por nómina.

Los trabajadores académicos jubilados antes de 16 de febrero de 2003, deberán aportar una cuota de seguridad social, equivalente al tres por ciento del salario base que perciben.

El tres por ciento de las aportaciones de seguridad social se depositará en el FIDEICOMISO FONDO DE PENSIONES Y JUBILACIONES que la Universidad y la Asociación tienen constituido con objeto de incrementar el monto del fondo y destinarlo al pago de pensiones y jubilaciones de los trabajadores universitarios, aumentando en la segunda quincena de febrero 2008 al cuatro por ciento.

La administración, vigilancia, operación y en general el manejo del fideicomiso mencionado, se sujetará a las disposiciones que se establezcan en el REGLAMENTO DEL FONDO DE PENSIONES Y JUBILACIONES que la Institución proponga a la Asociación.

El cuatro por ciento restante de la aportación de seguridad social y el tres por ciento de la misma aportación de los jubilados, pasará a los demás rubros de seguridad social.

CLAUSULA 75

Los incrementos al tabulador de salarios que obtenga la ASPABUAP por revisión contractual o salarial se aplicarán en beneficio del salario base del trabajador académico, en la categoría en que fueron jubilados o pensionados. Asimismo gozarán de las siguientes prestaciones: aguinaldo, seguro de vida, pago de marcha y canasta básica.




CLAUSULAS QUE SE REFIEREN A LA JUBILACION EN EL CONTRATO COLETIVO DE TABAJO 2007-2009 FIRMADO ENTRE LA BENEMERITA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE PUEBLA Y EL SITBUAP.



CLAUSULA 63

A los trabajadores les será concedida una pensión en los siguientes casos:

I. Por antigüedad: cuando tengan 35 años de servicios efectivos prestados a la institución y hayan ingresado a partir del 16 de febrero de 2007, en este caso el monto de la pensión será la correspondiente al 100% del salario promedio de los últimos 5 años de servicio activo.

II. Por antigüedad: cuando haya cumplido 25 años o mas de servicios efectivos prestados a la institución, antes del 16 de febrero de 2007, en este caso el monto de la pensión será igual al salario que el trabajador académico perciba en la fecha que le sea concedida la jubilación.


Los trabajadores con derecho a la jubilación en este rubro y que permanezcan laborando para la institución pasarán a formar parte del programa de retención percibiendo un 6.2% más de su salario tabular como bono de permanencia, mismo que se hará efectivo hasta el momento que haga uso de su derecho a jubilarse.

III. Por antigüedad: los trabajadores que hayan ingresado antes del 16 de febrero de 2007 se jubilarán con una pensión correspondiente al 100% del salario promedio de los últimos 5 años de servicio activo, sujetándose a la siguiente tabla:


IV. Por edad: cuando haya cumplido 65 años y más de 15 años de servicio; en este caso el monto de la pensión se fijará de acuerdo a la tabla siguiente:


V. Por antigüedad: cuando el trabajador académico cumpla 20 años de servicios ininterrumpidos en áreas insalubres o de alto riesgo en la BUAP. La determinación de lugares insalubres o de alto riesgo corresponderá a la Comisión Bipartita de Higiene, Seguridad y Medio Ambiente de Trabajo.


CLAUSULA 64
Los trabajadores jubilados gozarán de los incrementos salariales correspondientes a su salario base y que se otorguen de manera directa al mismo, quedando comprendido en esto el correspondiente por retabulación y rezonificación.

CLAUSULA 65

La Universidad se obliga a pagar al jubilado, la prima de antigüedad de 12 días por año de servicio, de acuerdo al salario que percibía al momento de solicitar la jubilación.

CLAUSULA 66

La antigüedad de los trabajadores se contará a partir del momento de su primer ingreso a la BUAP como trabajador, pero no se tomarán en cuenta los periodos en que hayan dejado de prestar sus servicios a la Institución sin goce de salario, excepto los periodos de vacaciones, permisos con goce de salario, incapacidades médicas y en los casos de superación, capacitación o adiestramiento.

CLAUSULA 67

Sin excepción alguna, los trabajadores no académicos en activo que hubieren ingresado a laborar al servicio de la Institución antes del año 2003, cualquiera que sea su antigüedad, salario, categoría, nivel tipo de contratación y adscripción, deberá aportar una cuota de seguridad social, equivalente al siete por ciento de su salario base, porcentaje que se incrementará en un punto porcentual a partir de la segunda quincena de febrero de 2008, para llegar al 8%, la cual le será descontada quincenalmente por nómina.

Los trabajadores no académicos jubilados antes de 16 de febrero de 2003, deberán aportar una cuota de seguridad social, equivalente al tres por ciento del salario base que perciben.

El tres por ciento de las aportaciones de seguridad social se depositará en el FIDEICOMISO FONDO DE PENSIONES Y JUBILACIONES que la Universidad y el sindicato tienen constituido con objeto de incrementar el monto del fondo y destinarlo al pago de pensiones y jubilaciones de los trabajadores universitarios, aumentando en la segunda quincena de febrero 2008 al cuatro por ciento.

El cuatro por ciento restante de la aportación de seguridad social y el tres por ciento de la misma aportación de los jubilados, pasará a los demás rubros de seguridad social.

CLAUSULA 68

Los trabajadores jubilados gozarán de las siguientes prestaciones: Servicios Médicos, Seguro de vida, canasta básica, aguinaldo y pago de marcha.

CLAUSULA 69

La administración, vigilancia, operación y en general el manejo del fideicomiso mencionado en la clausula 67 se sujetará a las disposiciones que se establezcan en el REGLAMENTO DEL FONDO DE PENSIONES Y JUBILACIONES que la Institución acuerde con el Sindicato. El cual será difundido por la Institución en su Órgano Informativo para el conocimiento de todo el personal.





















































































martes, 6 de marzo de 2007

La UAP, ¿el poder de la razón o las razones del poder?


Nota publicada en la Jornada de Oriente



martes 6 de marzo de 2007
Sección: Opinión


Wulfrano Torres Pérez*


Dentro de la universidad, se ha impuesto un estilo de dirección y de gobierno autoritario donde se reconoce la lealtad, léase obediencia, al poder y se descalifica o desprecia a las opiniones divergentes. En poco más de una década la UAP pasó de ser una universidad crítica, libre pensadora, defensora de las más nobles causas sociales, y contestataria a los gobiernos corruptos, a ser una institución gobernada por priistas que se han enriquecido y la han usado como un trampolín para su carrera política.Las tres últimas administraciones universitarias que hemos tenido en la UAP (incluyendo la actual), se han caracterizado por ser simples operadoras y defensores a ultranza de la política educativa neoliberal que atenta contra los principios de la universidad pública a pesar de que gracias a ella se formaron. Dicha política se ha traducido, entre otras cosas, en el incremento de las cuotas y servicios escolares, la restricción significativa de la matrícula para ingresar a la universidad, condenando así a miles de jóvenes al desempleo o a engrosar las estadísticas de la migración; al mismo tiempo, somos testigos de la exagerada proliferación de “universidades particulares,” (la educación vista como un negocio) que por cierto son propiedad de muchos funcionarios y ex funcionarios de la UAP (¿verdad, señor rector?). Todo esto sin contar con el control que se ejerce sobre los sindicatos universitarios blancos, para imponer medidas ilegales contra los derechos de los trabajadores e intentar con ello aliviar los problemas financieros de la universidad a costa de sus derechos legítimamente conquistados.


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lunes, 5 de marzo de 2007

ARTICULO SOBRE LA RETROACTIVIDAD DE LAS LEYES

RETROACTIVIDAD DEL ARTÍCULO 289 BIS DEL CÓDIGO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL Y JURISPRUDENCIA

Teresa LOBO


El párrafo 1 del artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que: "A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna". Por otro lado, el artículo 5o. del Código Civil para el Distrito Federal, reitera lo anterior de la siguiente manera: "A ninguna ley ni disposición gubernativa se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna"; sin embargo, decir que una ley es retroactiva porque se aplica hacia el pasado (situaciones jurídicas creadas con anterioridad), es un argumento simplista y carente de un verdadero estudio y análisis de la figura de la retroactividad y de los derechos adquiridos.
Ahora bien, con motivo del Decreto que derogó, reformó y adicionó diversas disposiciones del Código Civil para el Distrito Federal, publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal con fecha 25 de mayo de 2000, el cual entró en vigor el día 1o. de junio de 2000, se incorporó a dicho ordenamiento jurídico el reconocimiento, mediante una remuneración económica, al trabajo doméstico, siendo este aplicable en una primera etapa, como indemnización con motivo del divorcio.

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http://www.juridicas.unam.mx/publica/rev/derpriv/cont/4/jur/jur10.htm

LAS JUBILACIONES EN LA UAP.

Nota publicada en la Jornada de Oriente


28 de febrero de 2007
Sección: Opinión


José L. Meléndez

Concluida la revisión contractual en la UAP, y aún desconociendo los términos precisos en que fue realizada, es posible adelantar algunas consideraciones a partir de los elementos que fueron puestos a discusión.
En lo estrictamente laboral, el núcleo de acuerdos parece constreñirse a los términos relativos a la jubilación, como parte de los cuales se presentaron esencialmente dos líneas de modificación: la forma de calcular la pensión para quienes se jubilen a partir del año en curso, y la ampliación del período de servicios necesario para adquirir el derecho a jubilarse.
Sobre el cálculo de la pensión, ésta se establecerá promediando el salario de los últimos cinco años laborados, lo que nos regresa a los primeros años de vigencia de los contratos colectivos de trabajo en la Benemérita, recortándose así el derecho de los trabajadores a percibir una pensión íntegra en base al último salario devengado. Pero esto tiene además otro efecto perverso, pues como resultado tendremos una situación de excepción consistente en que quienes se jubilen a partir de ahora recibirán una pensión inferior a la que obtienen quienes se encuentran ya jubilados por haber ejercido su derecho conforme a las disposiciones contractuales anteriores. De esta manera, habremos jubilados con una pensión inferior a la de quienes se jubilaron en puestos o categorías similares. Debe decirse también que una medida como la descrita en los hechos cancela casi la mitad de los incrementos salariales correspondientes al período tomado como base. Veamos un ejemplo: si partimos de un salario de diez mil pesos mensuales en 2001, y consideramos para los años siguientes incrementos salariales anuales de 4 por ciento en promedio, para 2007 tendremos un monto de 12,166 pesos, cantidad que al aplicársele el promedio se convierte en 11,265 pesos.
Ciertamente la Ley Federal del Trabajo remite a cada contrato colectivo las condiciones específicas para la jubilación, pero no admite la posibilidad de que se recorten derechos laborales esenciales.
Se ha dicho que las medidas apuntadas pretenden corregir la carga financiera que representa la elevada nómina de jubilados.
Pero ¿por qué enfocar los esfuerzos a ese renglón del gasto, sin antes efectuar una valoración de éste en su conjunto? ¿Por qué calificar como problema la nómina de jubilados y no algún otro renglón del presupuesto, el destinado a los medios, por ejemplo? Se olvida que quienes a la fecha se han jubilado se incorporaron a la UAP en los años setenta o antes y prestaron sus servicios en un período que amén de conflictivo se caracterizó por ser el de la consolidación institucional. Estos trabajadores no fueron un problema en esos momentos, pero al parecer lo son ahora.
El régimen de jubilaciones es sólo una arista –quizá una de las más filosas presupuestalmente- de una problemática más amplia que requiere una solución integral.
Si observamos las cosas con un limitado criterio contable, las medidas que se perfilan pudieran ser consideradas racionales y hasta cierto punto efectivas. Pero el asunto tiene otras dimensiones que en una institución cuyo quehacer es netamente académico, debieran ser abordadas con esa óptica.
No se nos ha presentado un diagnóstico integral de la situación en que se encuentran las finanzas universitarias; por lo mismo, aceptar las medidas apuntadas y los argumentos con que se pretende justificarlas es imposible.
Se anuncia el sacrificio, si puede llamársele así, de la jerarquía universitaria, que ha anunciado su disposición a renunciar al incremento correspondiente a este año. Pero tal anuncio debe entenderse, al mismo tiempo y sobre todo, como el reconocimiento implícito de que sus cargos se encuentran generosa, si no es que excesivamente pagados.
Se anuncia también que se suprimirá la extensión salarial por cuatro años al salario de los ex directores de Unidad Académica, pero esto y lo anterior habrá de traducirse en ahorros exiguos e insuficientes para por lo menos paliar la debilidad presupuestaria de nuestra institución.
De no hacerse un examen a fondo nos arriesgamos a que, así como hoy se pretende ajustar la pensión jubilatoria en base a un promedio, más adelante se proponga ajustar de la misma manera los salarios de los trabajadores en activo.
No se ha presentado, decíamos, un panorama certero de la situación presupuestaria de nuestra Universidad; se requiere de ello si lo que se pretende es corregirla de manera definitiva o por lo menos duradera. No se ha justificado atacar el problema por el lado de la nómina de jubilados, pero aún si se demostrara que tal enfoque es pertinente, hace falta analizar con detalle tal cuestión.
No basta con decir que tal nómina asciende a tanto, o que tenemos tantos jubilados, como tampoco basta con su proyección a cierto número de años.
Lo que requerimos es conocer la estructura de esa nómina.
Debe darse a conocer cómo está integrada; si nuestros jubilados eran académicos, empleados no académicos o funcionarios; con cuantos años de servicio se jubilaron; si todas las jubilaciones concedidas son procedentes, especialmente las de ex funcionarios; cuántos ex rectores figuran en ella (con salario de rector, desde luego), y cuál es el impacto específico de cada gremio en la nómina global de pensionados.
De conocerse los datos seguramente encontraríamos que el mayor peso, porcentualmente y en términos absolutos, corresponde a quienes fueron trabajadores académicos. Ello debido a su número y a que sus pensiones, aunque inferiores a las de los ex funcionarios jubilados como tales, superan las de quienes fueron trabajadores no académicos.
La cuestión es, en el fondo, cómo retener a nuestros trabajadores, sobre todo a los académicos. En la realidad encontramos que al jubilarse, un académico se integra a alguna otra institución educativa, y ello después de haberse formado durante su estancia en nuestra Universidad, después de haber sido patrocinado por ella para realizar posgrado o cursos de formación y/o especialización; después de haber adquirido una experiencia invaluable que habrá de ser usufructuada por otra institución, por lo general privada.
De tal manera que la universidad pública está subsidiando a otras instituciones, sobre todo privadas, sin obtener nada a cambio y sí desperdiciando valiosos recursos. Además, en relación a este aspecto debe revisarse la decisión de cubrir las plazas de quienes se jubilan, tratándose de académicos de carrera, con contrataciones por horas. Esta Universidad presume de una elevada relación profesores de carrera/alumnos, lo que le permite negociar en mejores condiciones las asignaciones presupuestales gubernamentales. De continuar esta práctica, esa relación decrecerá y las dificultades para obtener subsidio aumentarán.
Resolver lo anterior presupone valorar adecuadamente el trabajo académico, reconocerle su peso e importancia como el factor que principalmente ha permitido que nuestra Universidad alcance reconocimiento. Pero ello significa retribuir salarialmente, de manera adecuada, a nuestros profesores e investigadores. Disuadirlos, por medio de un salario que corresponda a la naturaleza de su actividad, de jubilarse para trabajar en otro lado y de esa manera, mediante una pensión exigua y un sueldo complementario, elevar sus ingresos.
Se requiere un esfuerzo institucional en tal dirección. No es incorrecto que un sargento gane doce mil pesos mensuales a partir de enero de este año; lo que subleva es que un académico de tiempo completo gane menos por una actividad cualitativamente superior.
Lo que está en juego es la perdurabilidad de la UAP como institución académica y no como entidad que existe sólo para ser administrada.
Es necesario romper con la relación con los órganos gubernamentales en la que se privilegia el futuro personal de nuestras autoridades y se descuida el de la Universidad.
También es necesario que los trabajadores activos se inquieten, por lo menos, ante la forma en que los dirigentes gremiales conducen los asuntos colectivos. En el país sobran ejemplos de lo que ocurre cuando los trabajadores se deciden a restablecer la conducción democrática de sus organizaciones. Esperemos que eso ocurra pronto.

Ocultan la información en la BUAP

Nota publicada en: Noticias Puebla - Tlaxcala


EXIGEN DATOS DE NÓMINAS Y CONTRATO COLECTIVO
(Parte I)


La BUAP oculta información vital como el contrato colectivo, y las cláusulas que modifican el régimen de pensiones, y la nómina del personal.

Ana Medina


En entrevista el arquitecto Francisco Vélez Pliego explica algunos aspectos del problema vinculado al cambio del régimen de pensiones para el personal académico de la máxima casa de estudios en el estado. Sus planteamientos se inscriben en el interés de precisar algunos ejes de análisis que permitan abordar el tema de los cambios al régimen de jubilaciones y pensiones que impulsan las autoridades universitarias, desde una perspectiva integradora. Entre los primeros señalamientos, hizo una clara referencia al ocultamiento de información vital para los trabajadores universitarios, como es el contrato colectivo firmado por los sindicatos ASPABUAP y SITBUAP con las autoridades. Ya que se desconoce que dicen exactamente las cláusulas. Nadie tiene disponible el documento. “Es increíble que ni siquiera los afiliados de esos sindicatos tengan un ejemplar del contrato firmado. Tampoco está disponible en las páginas universitarias de acceso a la información. Y las propias autoridades al pedírselos “le dan la vuelta”, e inventan excusas para no entregarlo”.



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La danza de los viejitos

Nota publicada en la Jornada de Oriente

28 de febrero de 2007

Sección: Economía a Retazos

Miguel Ángel Burgos Gómez

El viernes 23 de los ‘corrientes’, el SUNTUAP, sindicato que la autoridad universitaria no reconoce como tal, realizó una consulta abierta sobre la aceptación o no de los acuerdos firmados por los sindicatos que esa autoridad si reconoce. En particular los que se refieren a la modificación del régimen de pensiones y jubilaciones. Cuando unos días antes vi una declaración oficial que decía que esos acuerdos eran dolorosos pero necesarios, comprendí para quienes eran necesarios y a quienes nos tocaba lo ‘doloroso’. Desconozco como me afectará ese nuevo régimen, pues los pormenores serán decididos por una comisión. Es decir, por un mecanismo discrecional que manejará la forma en que serán tratados aquellos que aún no cumplen 25 años de antigüedad. Como a mi ninguna autoridad universitaria, ni ninguna instancia sindical me pregunto nada antes de firmar esos acuerdos, ese día fui y opiné con los únicos que me estaban preguntando algo al respecto. También le firme un documento a un colega. Porque no estoy de acuerdo con algo que me parece anticonstitucional. No soy jurista, ni abogado, ni investigador de la Facultad de Derecho, pero el primer párrafo del artículo 14 de la Constitución de nuestro país dice: “A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna”. Si esto se cumple, a nadie que haya sido contratado antes del 15 de febrero de 2007 se le puede privar del derecho de jubilarse si ya cumplió o cuando cumpla, en un futuro cercano o lejano, los 25 años de labores. Así lo establece el contrato vigente hasta ese día. Si la interpretación que se hace es la de que sólo quien ha cumplido ya 25 años tiene el derecho adquirido, entonces no tiene ningún sentido firmar acuerdo alguno al respecto pues desaparece todo punto de referencia: si hoy se aumenta a 30 o a 35 años de labores el requisito de jubilación a quienes ya lo tienen fijado para los 25, mañana pueden ser 40, 45 o 50 o hasta morir. Es como si supieras la hora de entrada a la jornada de trabajo pero no supieras la hora de salida y a cada minuto te la fueran posponiendo. No soy ingenuo, la Constitución se viola a menudo en muchos renglones y lugares. Pero si en una Universidad se violan las reglas de la retroactividad de la ley, entonces desaparecerá todo vestigio de eso que quienes gobiernan, muy preocupados, llaman Estado de Derecho. No habrá límite para ellos ni protección alguna para nadie. Pero hay otro camino: se puede, respetando esa ley, negociar abiertamente, en primera instancia, con quienes podrían jubilarse en los próximos 5 años y estoy seguro que la mayoría está dispuesta a trabajar más allá de los 25 años. Muchos lo están haciendo ahora. Otros, jubilados ya, hasta quieren regresar a trabajar sin cobrar extra. He escuchado muchas propuestas, creativas, propositivas, serias y con la camiseta de la BUAP puesta, con tal de amortiguar las dificultades financieras de la Institución. Pero también escuché a un colega profesor, pararse frente a una urna de la consulta del viernes pasado y decir a sus compañeros, palabras mas, palabras menos: “Nomás les digo que esa lista de los que están participando en esto va a llegar a las autoridades y uno por uno van a tener su reprimenda, no digan que no se los advertí.”. No se si lo dijo de buena fe. Yo deseo que el caso se reconsidere y la tolerancia y el artículo 14 prevalezcan. A la autoridad le conviene dialogar con el “senado universitario”, es decir, con los ‘viejitos’, pues corre el rumor de que saben más que el mismísimo diablo. No olvidar el papel que esta Universidad ha jugado como interlocutor, amortiguador o catalizador de conflictos sociales en la historia de Puebla. Por el bien de todos, el momento amerita recordar esas lecciones.

La Jornada de Oriente del 28 de febrero de 2007.